Singapur, 10 jun (PL) La cumbre entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el líder norcoreano, Kim Jong Un, va tomando forma con la presencia de ambos gobernantes en Singapur, luego de la incertidumbre sobre su celebración.
El martes próximo (12 de junio) a las 9:00 a.m, hora local, Singapur será el escenario de una reunión en la que están en juego las armas nucleares de Corea del Norte y la paz en la península coreana.
La cita que promete pasar a la historia como un hito de las tensas relaciones entre Estados Unidos y Corea del Norte, estaba en la cuerda floja.
El 15 de mayo, el líder norcoreano canceló abruptamente una reunión de alto nivel con Corea del Sur a causa de los ejercicios militares entre Estados Unidos y Corea del Sur, de alto alcance, pero también puso en dudas la realización del encuentro con Trump.
Sin embargo, en cuanto a la cumbre bilateral de Singapur, todo quedó tal como estaba planificado.
Después, el 24 de mayo, Trump revocó la cita al acusar a Corea del Norte, luego que un funcionario del Ministerio de Relaciones Exteriores norcoreano criticara al vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, por repetir una referencia al «modelo de Libia» en relación con las conversaciones con Corea del Norte.
Dicho modelo alude al acuerdo que el líder libio Muamar Gadhafi hizo en 2003 para renunciar a todo intento de poseer armas de destrucción masiva y anunciara su adhesión al Tratado de No Proliferación Nuclear y años después fue derrocado por una revuelta apoyada por Washington.
Pocas horas más tardes del anuncio del 24 de mayo, el magnate estadounidense hizo otro giro y dijo que la reunión se realizaría tal como estaba programada para el 12 de junio.
De celebrarse, sería la primera cumbre de gobernantes de Estados Unidos y Corea del Norte tras casi 70 años de confrontación iniciados con la Guerra de Corea (1950-1953).
Este domingo, los mandatarios llegaron a la ciudad-Estado. Primero llegó Kim quien ya fue recibido por el primer ministro Lee Hsien Loong, en la Istana (sede presidencial).
El líder norcoreano vino acompañado por el vicepresidente del Partido de los Trabajadores Kim Yong Chol, vicepresidente de los Asuntos Internacionales del Partido, Ri Su Yong, el canciller Ri Yong Ho; entre otros.
Trump llegó después a la Base Aérea de Paya Lebar en Singapur a bordo del avión presidencial Air Force One, justo después de su encuentro en Canadá donde dejó una estela de tensiones comerciales.
Con Trump viajaron el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo; el jefe de gabinete de la Casa Blanca, John Kelly, y el asesor de seguridad nacional del presidente, John Bolton, y otras autoridades.
Tras reunirse con Lee, el gobernante norcoreano expresó su confianza en el éxito de la cumbre del martes próximo con el presidente estadunidense la cual -afirmó- será ‘vista por todo el mundo’.
Kim agradeció al gobierno singapurense por su apoyo en la organización de la histórica cumbre.
«Tengo la expectativa de que esta cita tendrá mucho éxito», afirmó el presidente de Corea del Norte.
Trump, tras partir de Canadá donde parece que defraudó a sus socios del G7, expresó desde su avión a través de su cuenta en Twitter: «Estoy en camino a Singapur, donde tenemos la oportunidad de lograr un resultado verdaderamente maravilloso para Corea del Norte y el mundo (…)».
Ya la suerte está echada, aunque, quién sabe qué pueda ocurrir de aquí al martes. Mañana lunes Lee recibirá a Trump. Lo que resta del día y las decisiones sobre la cita más mediática de los últimos tiempos están por verse.